La Conciencia Precipita
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La Conciencia, por su propia naturaleza, precipita, y así como ustedes acaricien el Reino de los Cielos en su conciencia, éste no podrá cesar de precipitarse dentro de sus mundos más que lo que el Sol pueda cesar de precipitar la Luz y no estallar. Aún más, el pilluelo en la calle que podría contemplar y acariciar un palacio en sus pensamientos y sentimientos, por su propia naturaleza, manifestaría esa bendición a pesar de que todas las leyes naturales del mundo externo rechazarán la riqueza, poder o autoridad.
Tampoco el intercambio monetario, el linaje, la herencia, o el medio ambiente es la ley sobre el poder precipitador de la conciencia, PERO la conciencia sin entrenar se afecta por el medio ambiente que ella acaricia en ese medio ambiente, y en consecuencia duplica la forma, generación tras generación, lo cual parece ser una esclavitud del nacimiento.
No importa cuál es el estado del hombre, su conciencia es el camino hacia su Liberación –sea que él esté sentado en la oscuridad de un calabozo o en la cima del Monte Sinaí –sea que el more en el palacio de un rey o en la cabaña de un pastor de cabras.
Libro: Conciencia Divina, INEC
Gracias Gracias Gracias x sus enzeñansas