ESTÉN EN UN ESTADO DE GRACIA PARA ESCUCHAR

EL AMADO LANTO:

El Puente, agosto 1968
7 de junio de 1968

Como todos ustedes están tratando sinceramente de llegar a ser “UNO” con su propia Gloriosa Presencia “YO SOY”, tomen un momento para pensar en la Sagrada Esencia de la Divinidad. Remuevan sus pensamientos del ser externo, y centrados dentro de la Llama Inmortal de la Divinidad, sientan esa Energía Gloriosa a medida que Ésta anima su ser y dense cuenta que cualquier pensamiento que entretengan califica la energía, y el curso que seguirá será aquel que tenga una vibración compatible. Si desean elevar la acción vibratoria de esta Tierra y Sus evoluciones, no pueden calificar esta Energía con pensamientos negativos. ¡Eso es indisputable!

¿En qué les beneficiará esto, (y ustedes y el Reino de Dios son uno) si moran por decir media hora, en la Conciencia que eleva al planeta mediante su acción vibratoria, y el resto del día califican la Esencia de Dios con toda forma de pensamientos negativos? ¡Con su ojo de la mente vean la Balanza de la Justicia, y si colocan el equivalente de una libra de Luz en un lado, cincuenta libras de negación en el otro, ciertamente verán que este no es el camino para equilibrar la Balanza que sostiene a la Tierra en Su órbita!

Estoy hablando al Corazón de cada uno de ustedes, y humildemente oro para que estén en un Estado de Gracia para Escuchar para que hagan caso al simple consejo que presento para su consideración.

Requiere la misma energía plantar una hermosa flor en el Reino de Dios que lanzar las semillas que aparecerán como maleza poblando el reino del pensamiento y sentimiento humano y aumentando de ese modo la efluvia de un planeta ahora sobre-cargado.

Humildemente oro para que su conciencia desee, desde este día en adelante, nutrir la Belleza de la Perfección de un Dios Padre-Madre generoso y todo-amoroso Cuyo propósito es llenar el Universo de las Gloriosas Expresiones de Divinidad las cuales son la manifestación del Puro Amor Divino que fluye constantemente desde la Deidad hacia ustedes, hacia Mí, hacia toda vida, en una pulsación rítmica constante.

Con reverencia a la Fuente de Toda Vida, Me inclino ante la Presencia Resplandeciente de la Divinidad en todas partes, y les envuelvo con el Puro Amor y la Reverencia de Mi Ser. ¡Buenos días!

El Amado Señor Lanto

La Palabra Octubre 2001