EL DESARROLLO DE LA PROPIA CONCIENCIA

Lirios de Resurrección

EL AMADO SERAPIS BEY:

El hombre que solicita un Asiento de Aprendizaje a fin de convertirse en un experto en algún arte, ciencia u otra habilidad altamente especializada, reconoce la verdad auto-evidente de que aquellos que ya tienen la maestría de las leyes naturales gobernando tales talentos y capacidades desarrolladas son los instructores naturales, desde quien él puede beneficiarse.

Él no adora al instructor, pero comparte la conciencia del instructor, la hace suya propia, y trabajando a través de la instrucción compartida llega a la destreza.

Es igualmente cierto del estudiante sobre el sendero espiritual.

Cuando él solicita más conocimiento que lo que el mundo puede dar, la Ley abre la puerta mediante la cual él pueda entrar en asociación con Aquellos que son los Maestros de la fase particular de esfuerzo espiritual que ha atraído su interés.

Todo el tiempo el Maestro hará regresar al estudiante al desarrollo de su propia conciencia. Él compartirá el entendimiento mediante el cual Él lo alcanzó, pero nunca permitirá al estudiante recostarse en El para el logro de su propio desarrollo espiritual.

Tal estudiante ama, reverencia y honra a su Instructor pero adora únicamente, y siempre, al Dios que vive dentro de ambos (Gurú y chela).

Serapis Bey

La Palabra, abril 1992

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