PRÁCTICA DE LA PRECIPITACIÓN

E
L AMADO SERAPIS BEY:
El Puente, junio 1957
El poder para pensar crea la forma. El poder para sentir llena esa forma de vida. Estas dos actividades preceden toda precipitación (consciente o lo contrario).
La mayoría de la gente no controla sus facultades de pensamiento y de ese modo las formas creadas por sus pensamientos son indistintas e imperfectas.
Aprendan a usar su pensamiento para crear un patrón cortado claramente, distintivo de eso que desean precipitar.
Luego aprendan a generar realmente sentimientos de felicidad, alegría y perfección y de ese modo llenen la copa que es creada por su pensamiento.
A medida que hagan esto por uno pocos minutos a la vez, seriamente y sin tensión, comenzarán a disfrutar su “práctica de la precipitación”.
Luego, un día, sostendrán con su mano el cuadro pensamiento real, energizado por sus sentimientos, que se ha convertido en una realidad física para bendecirles a ustedes y a los demás.
Surge la pregunta: “¿Esta precipitación viene directamente desde dentro de la atmósfera o es traída a mi mundo de una manera natural a través de algún individuo?”
Al principio, las precipitaciones puede venir a través de individuos. A medida que uno progresa, ellas pueden ser y algunas veces se manifiestan directamente desde lo Universal sin el medio de intercesión de otra corriente de vida no ascendida.
Cualquier tensión e incredulidad en el chela retarda grandemente su uso del poder de precipitación y esperar una manifestación exactamente que salga de la atmósfera no crearía el estado apropiado de receptividad para el principiante.
Sin embargo, cuando tal principiante comienza a recibir los objetos que él tan fielmente ha creado y nutrido (a pesar de que vengan a través de seres humanos) él gana confianza y puede luego tratar de producir la precipitación directa real.
Siempre es sabio comenzar la precipitación consciente con un pequeño objeto, tal como, por ejemplo, la rosa sugerida por el Amado Pablo, porque es fácil de imaginar una rosa y toma menos energía crear la imagen mental y menos energía dar a ésta el perfume, color y cuerpo.
Serapis Bey
La Palabra julio 1993
Gracias Amado Maestro, que bendecidos somos al tener éstas instrucciones.