LA LLAMA VIOLETA TRANSMUTADORA
EL AMADO SANAT KUMARA
El Puente, mayo 1954
Su vida, calificada por su propio libre albedrío, o forma parte de la mortaja de la muerte, la depresión y pesadez que pesa sobre la gente de la Tierra, o se convierte en parte de ese poder de Luz radiante, fundidor que consume las sombras, parte de esa actividad de redención por la cual trabaja la Hermandad.
Esa vida, habiendo aparecido a través de la puerta de su propia individualidad, no tiene forma de regresar al Hogar del Padre sino a través del Fuego Sagrado de su corazón, a través de su propio Redentor, mediante el cual llega a estar purificada.
Ustedes lo llaman karma… Es meramente vida inocente y en su viaje de retorno simplemente devuelve a ustedes la misma cualidad que enviaron fuera. Cuando ésta toca su mundo (si es desagradable) ustedes la repelen, y si no le permiten encontrar su camino de regreso al Padre desde donde vino, permanece como parte de su herencia humana de karma destructivo no consumido hasta que puedan darle la bienvenida, redimirla a través de la Llama Violeta Transmutadora, y retornarla al Sol desde donde vino feliz y alegremente.
Ninguna cosa puede tocarles, ninguna cosa puede entrar a su mundo excepto aquello que han enviado fuera previamente. Con el conocimiento del Fuego Sagrado, con el conocimiento de la Llama Transmutadora – a medida que esa energía presione de vuelta por redención – mucho de la mortaja de la Tierra, mucho de la vestidura muerta será transformada cuando ésta pase por el Fuego Sagrado, y ustedes, parándose con dignidad y honor, la retornen conscientemente a lo Universal como pura Luz… como parte de Mi rescate.
Sanat Kumara
La Palabra, agosto 1998