LA PRISA DEBE SER EVITADA

Arcoiris

EL ELOHIM DE LA PAZ:

2 de Enero de 1955

En el Cuerpo Etérico están siete centros que son llamados en la terminología Oriental, los «Chakras».

Cada Chakra debería ser como una rueda moviéndose rápidamente, rotando en el sentido de las manecillas del reloj, y tanto mas rápida la acción vibratoria de estos Centros Chakra en sus vehículos inferiores, cuanto menos registradores serían de la discordia.

Este es uno de los servicios prestados mediante sus decretos rápidamente hablados y el ritmo ágil de su música. Sin embargo, por favor recuerden, que no es para ser confundido con la idea de la «prisa».

A lo largo de todo el camino, se requiere el uso de la discriminación del estudiante — este es realmente el sendero de «el filo de la navaja». La «prisa» en sí misma es destructiva y debe ser evitada a toda costa por el estudiante sincero.

No obstante, una rápida vibración positiva, acelera las energías de los cuatro cuerpos inferiores y le hace rechazar los sentimientos de depresión, duda, miedo, letargo y todos los diversos pecados de lo humano; excepto quizás, las cualidades del orgullo y la rebelión, que se mueven a una rata más rápida y son mas sutiles que algunas de las otras.

Estas vibraciones negativas pueden entrar en el mundo del estudiante desde dentro de sus propias acumulaciones de discordias que están grabadas en su propio cuerpo etérico y que algunas veces son traídas a la superficie por la conciencia externa mediante el llamado de la memoria; o pueden estar flotando en la atmósfera en la cual él se mueve; o pueden estar conscientemente dirigidas a él y su mundo por otros, quienes han sido atrapados por actividades destructivas.

Estos «Chakras» en el Cuerpo Etérico están supuestos a ser como soles de su propio color en particular — centros magnéticos para la atracción hacia dentro del mundo del individuo, de las radiaciones de la perfección, de las cualidades que ellos representan, desde los Elohim, los Arcángeles y los Chohanes de los Siete Rayos.

En las religiones donde usan las Siete Joyas de Luz sobre el Altar, estas Joyas son representativas, no solamente de los Siete Rayos, sino también de estos centros dentro del Cuerpo Etérico y, a través del cuerpo etérico, hacia el cuerpo físico.

El Elohim Tranquilidad

La Palabra, julio 1981 -extractos-

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