BALANCEAR LA VIDA MEDIANTE EL ESFUERZO CONSTRUCTIVO

Corazón Amor

EL AMADO SANTO AEOLUS

The Shamballa Letter, Vol. IV, Nº 47
noviembre 23, 1982

Todas las Cualidades Divinas y las expresiones de virtud son relativas. Es decir, que ellas están determinadas por la capacidad dentro de la corriente de vida para liberar de su propia generosidad las riquezas recibidas de ésta, desde la Fuente de toda Vida.

Por ejemplo, la Luz liberada por el Sol es de un volumen extraordinariamente mayor que la Luz de la Estrella o la de la diminuta luciérnaga.

Sin embargo, la Ley gobernando la creación requiere de un hombre que sus virtudes llenen el Universo de acuerdo a su capacidad.

Esta capacidad para servir, amar, liberar la Luz, es el factor determinante mediante el cual los Cristos y la Jerarquía miden el progreso o retroceso del Foco-Divino individualizado dentro del hombre.

Ni Dios ni el hombre altamente desarrollado pueden esperar más de cualquier corriente de vida, que lo que sus capacidades y aptitudes innatas permitirán, y de ese modo la muy tímida luz del alma de una persona pudiera ser lo mejor que la corriente de vida puede ofrecer, mientras que un flujo de Luz mucho más grande desde otra corriente de vida más evolucionada y responsable, pudiera resultar muy insuficiente con respecto al requerimiento mínimo del beneficio Universal que esa corriente de vida podría ofrecer al Universo para retornar el balance por el Bien recibido.

Ningún hombre debería tratar de servir más allá de su capacidad – en otras palabras, cuando el equilibrio y balance de la naturaleza espiritual es perturbado, el individuo debería buscar ese equilibrio antes de gastar su Onda de Vida sobre el altar de la humanidad.

Sin embargo, el hombre hace de esto su responsabilidad personal para sostener ese equilibrio y balance a través de la aplicación, incrementando así su capacidad de servir.

De un infante, el mundo tri-dimensional no requiere el balance para la vida en la forma de algún servicio constructivo para enriquecer la causa de la humanidad, aparte de liberación feliz de la energía gozosa que forma un vigor con la cual se alimentan las corrientes de vida de más edad y más cargadas de peso.

Después que un hombre o mujer ha logrado su mayoría de edad y de que ciertos beneficios de la educación social, la civilización y la misericordia han enriquecido su conciencia, a él le es requerido, aún en el mundo externo, balancear la Vida mediante algún esfuerzo constructivo o realización de gastos de energía que a través de otros seres humanos en la forma de instructores, médicos, o los que sean hayan incrementado su capacidad de servir.

En consecuencia, un momento de introspección les mostrará que cualquier individuo que haya recibido la Instrucción, Radiación y Bendición de la Jerarquía Espiritual, ha incrementado mediante la aceptación de tal instrucción, su capacidad para la Vida por un mínimo de servicio mayor que el de la humanidad de la Tierra cuyas capacidades no han sido intensificadas por tal bendita iluminación!

EL ESPIRITU SANTO COSMICO

CS VOL.IV, Nro 47 – 1982

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