La Esfera de Actividad Individual del Hombre
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El reino de la conciencia es la esfera de actividad individual propia de cada hombre que perdura mas allá de los reinos del nacer y morir, y persiste aun dentro de su emancipación Cósmica externa y la Ascensión. Es la órbita en la cual él tiene su ser, y forma la individualización de su foco particular en el Universo.
Cuando cualquier corriente de vida desea convertirse en una fuerza potente, poderosa y progresiva para el Bien en el gran Esquema Cósmico de la Evolución, el debe conscientemente unir el reino y la esfera de su conciencia con el Reino de la Ideación Cósmica, a fin de que pueda ser traducido y transferido hacia dentro de su personalidad externa e intelectual, suficiente del Plan Divino para que él pueda convertirse en un co-trabajador consciente e inteligente en su cumplimiento.
El gran Plan Divino para el planeta Tierra y este Universo es tan múltiple en su expresión gloriosa que, aunque cada hijo e hija de la Tierra aplicara ante la Ley Universal por suficiente de esa conciencia para llenar cada hora de su estado de vigilia con la manifestación del Reino de Dios, y aunque cada hombre, mujer y niño estuviera lleno, rebosado de las Ideas que tomarían todo el curso de una vida para desarrollarlas, ellos escasamente tocarían el invisible pero potente Diseño que está esperando completarse a través de la puerta abierta de la humanidad para la cual ese Diseño está dedicado.
Si cada corriente de vida en el planeta se identificara con la Voluntad Cósmica con la intensidad y propósito del Maestro Jesús, y viviera en la forma y naturaleza tan perfecta y poderosamente como El lo hizo, esto aún sería no más que el comienzo más insignificante en el desarrollo del Diseño preparado y potente que busca la expresión a través de las personalidades externas de los hombres.
Así que no hay límite en cuanto puede percibir cualquiera del Diseño Divino, y percibiendo con la Sabiduría manifiesta; tampoco el crecimiento de ninguno puede ser entorpecido por cualquiera otra parte de la vida, porque cuanto más del Reino de Dios sea transferido hacia la Tierra, tanto más hay aún por venir.
Abran sus conciencias libremente a la instilación del gran Panorama Cósmico y traten de sostener tan claramente como sea posible el logro para la realización de esa conciencia a medida que se manifieste a través de su propia identidad en particular.
Libro: Conciencia Divina, LAINEC