La Vigilancia es el Precio de la Paz
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El único y verdadero medio de levitación es el cambio de la acción vibratoria de la conciencia. El Maestro puede hacer esto a voluntad; el aspirante a veces experimenta el regocijo de su conciencia a través de la oración, la meditación, la devoción o la inspiración, y por momentos tal ser es privilegiado de vivir en una esfera más transcendente que lo de la usual acción vibratoria de su mundo cotidiano.
Nosotros, sin embargo, deseamos una elevación sostenida de la conciencia para todos los aspirantes sinceros. Por lo tanto, debemos entender que nuestro más leve pensamiento y sentimiento voluntario, y cada actividad que sostenga nuestra atención está determinando la esfera en la cual estaremos funcionando de momento en momento. La vigilancia constante es el precio de la Paz en la cual moran cada Maestro, Ángel y Presencia Divina.
Ellos permanecen dentro de esto sin permitir que su atención, Sus ojos, Sus oídos, Su sentimiento, o cualquier facultad admita una vibración que pudiese bajar Su Conciencia y automáticamente hacerles caer, por así decir, fuera del Reino de los Cielos o la Armonía. Aún los hombres y mujeres quienes desean la Paz y la Iluminación Espiritual, y que se han elevado a sí mismos, mediante gran esfuerzo, hasta que su vibración fuera armónica con el Río de la Paz que siempre fluye, dentro de la cual cualquier aspirante puede sincronizarse, permiten que el efecto externo de un simple pensamiento o sentimiento les lleve a ellos de nuevo hacia dentro de una vibración inferior en la cual funciona la gente de la masa, en donde sólo hay la discordia, la enemistad, enfermedad y la destrucción.
Libro: Conciencia Divina, INEC