EL TEMPLO DE LA PURIFICACION DEL FUEGO VIOLETA
El Puente, octubre 1957
Pulsando en el Reino Etérico sobre la Isla de Cuba está el magnificente Templo de la Purificación, presidido por el Arcángel Zadquiel y Su Complemento Divino, la Santa Amatista. Como en todos los Templos de los Arcángeles y Sus Arcangelinas (Complementos Divinos), el Templo de la Purificación es un foco de tal belleza, elegancia y amplitud que asombra a la conciencia externa de la humanidad.
Una vez, este Templo fue un foco físico ubicado sobre la sustancia de la Tierra Misma, en los días cuando Cuba era parte del gran continente de la Atlántida. Luego, cuando la Ley Cósmica decretó que la civilización Atlante había servido a Su propósito, una porción principal del Continente Atlante se hundió debajo de las aguas del Océano Atlántico para su descanso, purificación y, algún día, en el futuro no muy distante, ese hermoso Continente surgirá de nuevo para servir a Su propósito en el Esquema Divino de la Creación.
Cuando la Cultura Atlante floreció y los Seres Cósmicos, Arcángeles y Ángeles caminaban y hablaban con los hombres, había una “Orden Blanca” de corrientes de vida no ascendidas que amaban y servían a Dios y a Sus Santos Mensajeros.
¡Entre esta “Orden Blanca” estaban los Sacerdotes y Sacerdotisas de la Orden de Zadquiel! Nuestro Maestro Ascendido Saint Germain, era uno de estos Sacerdotes.
En el futuro, cuando la Edad Dorada Permanente presidida por Nuestro Amado Maestro Ascendido Saint Germain sea establecida sobre la Tierra, este Templo, así como también los siete Templos menores alrededor de Éste, serán construidos de nuevo de las joyas de la Tierra y utilizados por Su gente para la purificación de sus cuatros vehículos inferiores y la atmósfera del planeta.
Aquellos que conocen de este Templo etérico del Fuego Violeta aún usan Su Presencia y actividades benéficas, visitándolo con sus cuerpos más sutiles (en la noche, mientras los cuerpos físicos duermen) atrayendo Su radiación purificadora hacia dentro de la atmósfera de esta “Estrella Oscura”.
No fue la “ocurrencia” lo que atrajo a Colón, (ahora Nuestro Amado Saint Germain) hacia el oeste a través de un mar inexplorado, a la Isla de Cuba, hace tanto tiempo. Fue la atracción magnética del Templo del Señor Zadquiel y el amor personal de Saint Germain por el Fuego Violeta Mismo.
Hoy, sobre la Isla de Cuba, está un árbol que marca el punto donde Colón y Sus compañeros marineros desembarcaron. Aunque, en ese momento, Colón no conocía completamente la atracción magnética del Señor Zadquiel y del Fuego Violeta, como el poder motivador detrás de Su búsqueda determinada e implacable por una vía marítima hacia las riquezas del Asia, Su viaje marcó el principio de una Nueva Era.
¡El Fuego Violeta de la Transmutación y Misericordia SERA CONOCIDO, VISTO Y UTILIZADO DE NUEVO POR LA GENTE DE LA TIERRA!
¡LOS SACERDOTES Y SACERDOTISAS DEL SEÑOR ZADQUIEL PROVEERAN DE NUEVO LOS PODERES PURIFICADORES DE ESE FUEGO VIOLETA PARA TODO EL QUE BUSQUE LA REDENCION DE LA TIERRA! ¡ES PARTE DEL EDICTO DIVINO DE LA LEY COSMICA!
¡CON ESTE FIN EL PADRE TRABAJA ASI COMO TAMBIEN SUS MENSAJEROS DIVINOS Y CHELAS DEDICADOS NO ASCENDIDOS!
La Palabra, Agosto 1990 -extractos-