LA ACTIVIDAD DEL PRIMER DOMINGO DE CADA MES

EL ARCANGEL MIGUEL

(Shamballa, Long Island)
3 de septiembre de 1989

Es con gran placer que les digo que los Servicios que son sostenidos el primer domingo de cada mes tienen un tremendo impacto sobre todas las evoluciones de este planeta.

Cuando hacen la Afirmación de Respiración, el Aliento de AEolus el Espíritu Santo Cósmico sale para vigorizar a toda vida.

A medida que esta Actividad toma lugar, toda la gente, sea que estén o no conscientes de esta Actividad, reciben las Bendiciones de esta Sagrada Afirmación.

Deseo llamar su atención a su participación – Si, la mayoría de ustedes saben lo que está tomando lugar – sin embargo, ¿aceptan realmente el glorioso regalo del Aliento que es conferido sobre su corriente de vida? – significando con esto que las Palabras Reales usualmente fluyen hacia dentro de sus conciencias y que deberían ser aceptadas en sus mundos de sentimientos además en todos sus vehículos inferiores.

No corrijo a nadie, porque lo humano está sujeto a aceptar la actividad en el momento.

Les aconsejo aceptar la Afirmación y el beneficio a través de Su Bendición hasta que el siguiente servicio mensual tome lugar, sabiendo que ustedes han sido nutridos justamente así como la lluvia da la sustancia a la tierra y a todo lo que acuna en su seno.

Beban profundamente de la Esencia del Santo Aliento y estén seguros que TODA VIDA, en la Unidad del Ser será bendecida. Cuando concluyan esta Clase, sepan que Yo, Miguel, estoy agradecido por su servicio a su compañero viajero.

Estén atentos cuando el Servicio de la Sagrada Comunión sea dado el Primer Domingo de cada mes, de que la Sagrada Unción de Espíritu Santo infiltre su Ser.

En conclusión, sientan la Presencia de Mis Legiones de Protección alrededor de ustedes en cualquier y en todo momento justamente volcando su atención hacia Ellos.

Envolviéndoles con el Amor de todas estas Legiones de Protección, que están en este momento bendiciéndoles a ustedes y a los diversos Focos de Luz alrededor de todo esta Querida Tierra, les bendigo por su constancia de servicio.

El Arcángel Miguel

La Palabra, noviembre 1990

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