LA COMPASIÓN PARA ATRAER LOS PODERES CURATIVOS

LA AMADA KWAN YIN:
Abril 1955
La Compasión es una cualidad positiva.
Pero cuando su fuerza de vida, fluyendo a través del cordón de plata desde su Presencia, precipitándose sin ser controlada, está apegándose a una persona en aflicción, inmediatamente asume la cualidad de esa aflicción.
De ese modo, en vez de ayudar a tal ser, lo hunden con más de la misma cualidad de esta energía infeliz al volcar su atención y su simpatía (su energía calificada) hacia él. Así ustedes permiten que la virtud salga desde ustedes sin control… entonces magnifican y magnetizan la aflicción.
La Compasión, en cambio, atestiguando el requerimiento del momento, no permite que los sentimientos dejen la Llama Corazón con una aceptación de la apariencia discordante. No acepta que haya un poder más grande que Dios.
Luego, con el equilibrio maestro de ese anclaje-Divino, los poderes curativos son atraídos y proyectados al ser en necesidad. Todo este tiempo su propia Presencia Electrónica, a través de su mundo de sentimiento, está en completa maestría de la condición o circunstancia.
Por ejemplo, en el caso de un accidente, si un individuo con simpatía mirara sobre una persona cuya sangre de vida estuviera refluyendo sin cesar, probablemente se desmayaría, mientras que la persona compasiva daría inmediatamente asistencia al ser injuriado deteniendo el flujo de sangre.
Es muy importante que entiendan esto.
Comprendan que la propia naturaleza de aquellos interesados en curación usualmente los hace extremadamente sensitivos a la aflicción. En su ansia por ayudar, a menudo ellos están propensos a aceptar como “real” las apariencias en el mundo de la forma. Al hacerlo, no sólo se agotan ellos mismos sino que también magnifican esas aflicciones en su prójimo.
Si van a convertirse en un poder curativo en este Universo, deben convertirse en una fuente de energía controlada positivamente.
¡Que Dios les bendiga!
Kwan Yin
La Palabra, mayo 1992 -extractos-