LA GRACIA DEL ESPÍRITU SANTO

Madre María, Corazón Rosa

LA AMADA MADRE MARÍA:

En el Nombre del Único Dios viviente que pulsa en sus corazones, en el Nombre del Ascendido Jesús Cristo a Quien represento, llamo hoy día desde el corazón del Mismo cielo a la «Gracia» del Espíritu Santo, esa dulce unción que desciende desde lo alto, entra a sus almas y estimula allí de nuevo la remembranza de la perfección que conocieron mucho antes de que el mundo fuera!

Esta «Gracia» del Espíritu Santo la cual invoco para ustedes ahora, libera el perfume de su propia Divinidad, viniendo desde esa célula sin aire en su corazón.

Ésta satisface su alma, la sublima y eleva a cada uno de ustedes nuevamente hacia dentro de la gloriosa y magnificente victoria de su estado-Divino desde donde han caído a la limitación actual.

Les hablo esta mañana sobre el tema de la «Gracia».

La «Gracia» sólo viene desde el Espíritu y es un regalo desde la Deidad Misma.

Es esa «Gracia» espiritual la que capacita al alma para discernir la Verdad; la que capacita al corazón para reconocer la importancia del momento Cósmico; la que capacita a la rodilla para que se doble delante del fíat de la Ley Cósmica y a Nuestras manos para que sean extendidas para dar asistencia.

Aún en su mundo de la actividad externa, eso que es hecho con gracia, eso que es hecho con un espíritu lleno de un sentimiento de gracia, trae felicidad a todos los contactos individuales.

Aquello que es hecho de mala gana, o a través de un sentido de deber, frecuentemente trae poco de confort o felicidad para el benefactor o para aquel que es el recibidor del beneficio.

Este espíritu de «Gracia» es una actividad efímera y sin embargo debería ser buscada, invocada y producida por los estudiantes sobre el Sendero.

Sin ella uno pierde tantas de las maravillosas oportunidades de cada hora.

Comprendan que los sonidos del mundo externo son tan altos que la voz del Espíritu escasamente puede ser escuchada.

Mis hijos, vivan dentro de un estado de «gracia para escuchar», porque nunca saben la hora de la visitación. Nunca saben cuando la voz de Dios, hablando a través de los labios de un hombre externo, puede estar dándoles La oportunidad de la vida!

Sin embargo, cuando están en calma y equilibrados, y su Ser Interno está lleno de esa conciencia de «Gracia», pueden escuchar la Palabra de Dios y ver Su Presencia viviente. no importa cual el disfraz o la forma a través de la cual se manifiesta.

La Madre María

Libro: Memorias de la Amada Madre María, INEC

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