LA VERDADERA LIBERTAD DIVINA
LA AMADA DIOSA DE LA LIBERTAD
El Boletín, 1 de marzo de 1959
¡Amados y benditos seres de la Luz! Vengo a ustedes en este momento de Importancia Cósmica con un Mensaje Específico de Libertad para los pueblos de la Tierra y todas Sus evoluciones acompañantes.
Ese, de seguro, es Mi Servicio Cósmico durante todos los eones de tiempo, porque he participado en la liberación de la humanidad. Ángeles aprisionados y vida elemental de las sombras de la aflicción.
Libertad es un tema que podría ser discutido desde cada ángulo y sin embargo la gente no la considera tanto como una disciplina porque ellos la consideran como licencia para ejercer su propio libre albedrío personal.
¿Qué pasa cuando a los hijos, por ejemplo, al sonar la campana de la escuela se les da permiso para irse de la clase? A ellos se les da la Libertad, ellos la llaman, de las disciplinas del día y ustedes saben cuan a menudo ellos dejan el salón de clases y sus energías reprimidas son liberadas en gritos y risas.
Ese tipo de actividad no es la verdadera Libertad Divina en donde y por medio de la cual los individuos bajo todas las circunstancias están con el comando completo y eterno de la conciencia y de la calificación y uso de la energía y de la vibración para un propósito constructivo.
La Libertad requiere, amados seres, un gran balance de conciencia como puede entender el hombre o mujer pensante, porque cuando tienen ese regalo dentro de ustedes, entonces eso que hacen no sólo es inspirado por Dios, es dirigido por Dios y sostenido por Dios.
Existen cien individuos inspirados por Dios; de esos cien hay cincuenta que son dirigidos por Dios y quizás uno de esos cien toma esa dirección y la sostiene durante el curso entero de una encarnación, cualquiera que fuera esa dirección.
En eso está la constancia de la cual ha hablado la Madre María y cada Miembro de la Jerarquía Espiritual – de permanecer constantes con su proyecto, constructivo naturalmente, hasta que externamente lo hayan manifestado y luego lo sostengan conscientemente tanto tiempo como sea de beneficio para la vida en todas partes, además de seguro para sus benditos seres.
la Presencia viviente, respirante de Nosotros mismos es aquello a lo que queremos que lleguen a estar acostumbrados todo el tiempo, para que puedan llamarnos y tener los regalos y poderes que son Nuestros.
Alexa, la Amada Diosa de la Libertad
La Palabra, febrero 1997
Gracias Gracias Gracias x todas sus enseñanzas .