OBEDIENCIA A LA LEY DEL AMOR
EL AMADO DAVID LLOYD:
The Shamballa Letter, Vol. IV, Nº 21
mayo 25, 1982
Mis amados co-servidones… cuando alguien planta un jardín de flores, vegetales o variedad de hierbas, y observa la diminuta semilla o bulbo en su progresión hacia la madurez, su corazón se llena de felicidad.
Cuando él toma en consideración la obediencia del elemental ante el patrón colocado delante de él y la energía requerida para llevar a cabo su misión, no importa cuan humilde, esto causa que el «Guardián» del Jardín tenga un respeto por la energía involucrada.
Piensen también en el Espíritu envolvente asignado a las variedades específicas a las cuales pertenecen… en los esfuerzos requeridos de todos los involucrados en esa progresión, sea esta una especie o un jardín de muchos acres y variedades… y la unidad de todos los relacionados.
Luego, después de la manifestación de su plan, el elemental regresa a la escuela para aprender mas de como prosperar y de su próxima tarea… estación tras estación él continúa su misión hasta que haya alcanzado el punto en donde pueda continuar hacia una mayor expresión de la Belleza.
Ustedes están conscientes de esta lección de como los diversos elementales deben cooperar con los Elementos… los gnomos, aunque algunos puedan parecer diminutos, aprenden la ley del respeto por sus compañeros… los silfos, las ondinas y las salamandras… en esta unidad de propósito.
Traigo esto a su atención para la reflexión… porque es lo mismo en todos los Reinos.
El hombre viene a la Tierra encarnación tras encarnación para manifestar el Plan que se le da.
Finalmente su conciencia evoluciona hasta el punto en donde se da cuenta que los mismos elementales en su propio ser son atraídos mas cerca hacia el Director Divino de su propia corriente de vida individual… y llega a estar consciente de la Unidad de Propósito y Amor que ha estado sosteniendo para él su Verdadera Realidad… y se inclina en humildad, con profunda gratitud por el privilegio de manifestar una porción del Plan Divino para este Universo… un segmento que ha sido asignado a él, y a él solo, para que lo exprese.
En este desarrollo llega a estar consciente en el proceso de la precipitación de que la Reverencia por la Vida es un componente requerido.
Con esta conciencia, los pétalos de la «flor» de su propio Ser llegan a la madurez. Les he dado esta pequeña ilustración porque ustedes han traído una gran felicidad a través de su obediencia a la Ley del Amor… cooperando tan bellamente.
Ahora les envuelvo en Mi Ímpetu de la Gratitud – de la Gracia de Dios… Humildemente, «YO SOY»
David Lloyd – El Dios de la Gratitud
CS VOL.IV, Nro 21 – 1982