REGULANDO LA LUZ EN SUS VESTIDURAS INFERIORES

Planeta Tierra, Llama Dorada

LA AMADA SEÑORA VIRGO

1956

Amados hijos, la mayoría de ustedes saben que todos sus cuerpos inferiores funcionan en forma de ovoide, cada cuerpo compuesto del elemento del plano al cual pertenece!

La forma carnal es el más pequeño de estos cuerpos, siendo colocado dentro del centro del cuerpo etérico, que lo interpenetra. El cuerpo mental es exterior a ese. el emocional o mundo de sentimiento ocupando la posición más externa – cada cuerpo inter-penetrando aquel dentro de éste por cierta distan­cia, pero todos los cuatro formando un perfecto ovoide.

Enten­derán entonces que a medida que la Luz desciende desde la Presencia Electrónica a través de lo que es llamado el cordón de plata, pasa por los cuerpos emocional, mental, etérico y físico (justamente en ese orden) y se ancla dentro de su corazón físico.

A medida que la Luz desde su hermosa Presencia «YO SOY» fluye hacia dentro de su corazón, cualquiera de esos vehículos suyos (que por casualidad esté predominando en el momento) y que está, quizás, más alerta y más complacido que los demás, la captura – y ustedes tienen una explosión emocional o una de­presión mental antes de que la mente consciente externa esté aún consciente de que la Luz, que es su deber y prerrogativa distribuir inteligentemente entre ellos, ha sido confiscada…

Si el cuerpo etérico está con el predominio para el momento, la viejas memorias de odios hace mucho tiempo olvidadas y errores ima­ginados se estimularán a la acción, agitando con ellos las ener­gías de los cuerpos emocional y mental y en un momento hay un disturbio que se extiende igualmente hacia el cuerpo físico.

¡Ahora bien, amados seres, su Santo Ser Crístico no flojea ni duerme! Es su «Observador Silencioso» individual, creado por su Amada Presencia «YO SOY» cuando solicitaron permiso para tomar la encarnación y convertirse en parte de la actividad de este mundo físico o de alguno de los otros planetas o estrellas.

Su Santo Ser Crístico está encargado de la dispensación de la Luz a través de su cordón de plata… háblenle y pídanle regular por ustedes y poner en sus lugares perfectos – como instrumentos del “YO SOY” – sus vehículos y de ese modo ya no ser servidor, sino Maestro en su casa.

La Deidad – a través de los instrumentos de sus pensamientos, sentimientos, memorias y cuerpos físicos – desea prestar algún servicio particular en este mundo de la forma que ustedes solamente pueden ejecutar…

En el propio momento que este servicio se complete y su Plan Divino se cumpla, en ese instante serán llamados al ‘Hogar’, con la esencia purificada de sus cuatro cuerpos inferiores finalmente absorbida hacia dentro del Cuerpo de su Santo Ser Crístico, y ustedes se pararán final­mente como un Ser Libre Divino.

Si ustedes permiten ahora que se imponga el ritmo natural de la perfección de su Santo Ser Crístico a través de la armonía sostenida en sus sentimientos, junto con un uso consistente de las magnificentes Llamas de la Ascensión y la Violeta Transmutadora, encontrarán la juventud sostenida en los cuerpos del joven y se encontrarán perceptiblemente restaurados aquellos que aparentemente han pasado esa etapa. También se darán cuenta de la extraordinaria vitalidad adicional y salud perfecta en todos sus cuatro cuerpos inferiores.

Ahora, amados hijos, quiero que sientan como si estuvie­ran cabalgando diariamente sobre la Carroza de Apolo, con las riendas de cuatro hermosos, fogosos, corceles sostenidos con su mano derecha.

Vean a cada uno de estos corceles representando uno de sus cuerpos inferiores – su emocional, mental, etérico y físico – pero USTEDES, como el CRISTO – el Cuadriguero – con el control completo – la más ligera presión de la riendas haciendo girar a sus corceles, guiando su carroza a la derecha o a la iz­quierda – pero NUNCA permitiendo que ninguno de estos corceles vaya más allá de su control consciente.

Hagan esto ahora, amados seres, en el Sagrado Nombre de Dios. Llámenme cuando necesiten asistencia y Yo les respon­deré. Recuerden, he sido su Madre en cada encarnación desde que al principio colocaron sus pies sobre este planeta. Dios les bendice, queridos seres.

La Amada Virgo

La Palabra, enero 1995 -extractos-

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