SEAN SABIOS
AMADO JUAN EL AMADO:
Ustedes cada uno están destinados a convertirse en Cristos. Sean sensibles, balanceados y prudentes,
Pongan la brújula de su atención, antes que su cuerpo duerma, en algo Superior a lo que son y pidan a su Padrino Maestro Ascendido para el mes llevarles allí y traerles sin riesgos de vuelta, cargados con la belleza y perfección de ese Reino Superior
Ahora bien, un hombre sabio – estoy usando una descripción tipo parábola como Jesús – viendo un foso abierto delante de él, no entra alegremente a éste y deja que la tierra lo tape. No. El camina alrededor de éste y hace más; él es práctico y piensa en alguien más quien no vea muy bien que pudiera caer dentro de ese foso y el reúne las piedras o madera disponible y cubre el foso para proteger a los demás quienes pudieran seguir el mismo sendero.
El continúa su camino y mantiene quieto sus labios, quieto todos los sentidos del falso orgullo, si aunque cien hombres puedan caminar con seguridad sobre ese foso cubierto por el chela sabio y alerta, él nunca hace saber que si no fuera por su propio alerta sus cuerpos estarían enterrados profundo, rotos y desgarrados más allá de la reparación.
Cuando sirven con la Gran Hermandad Blanca, de seguro, se inician entrenando sus cuatro cuerpos inferiores primero.
Ustedes son el conductor de las energías de Amor y Luz y naturalmente sus propios cuatro vehículos tienen que estar con una semblanza de orden para que puedan ayudar a alguien más PERO cuando obtengan tal orden y pidan que sea sostenido mediante la Gracia, recuerden que existen billones de almas, muchas de ellas quienes ni siquiera saben que ellos no pertenecen a este Esquema Planetario quienes estarán caminando después de ustedes.
Así que no dejen una trampa de la cual sean conocedores en la cual ellos inconscientemente pudieran caer en su deseo de servir a la vida; una mala interpretación de una palabra, una oración, que ellos pudieran utilizar como una licencia en vez de liberación, porque este es un pacto entre el Cielo y la Tierra hecho por ustedes y su Hacedor.
Hablamos palabras de Dios y palabras de Verdad y esas palabras encuentran albergue en sus corazones. Gracias y Dios les bendice.
Juan, El Amado
CS Vol.XX- Nro 18 – 1998 -extractos-