Sobre los Señores del Karma dicen los Maestros Ascendidos:
El Puente, febrero 1953
¡La Ley del Círculo es un instructor severo, porque no hay apuntador sino dolor e infelicidad – y posteriormente mucho Amor!
Lo que el infante aprende a través de la experiencia, el hombre maduro puede aprender a través de la contemplación y observación. La energía actúa al instante… volverla a su origen puede tomar centurias, pero retornará. Esto es karma, bueno o malo.
El manto del Espíritu de Dios puede desviar el impacto completo de esta corriente de retorno cuando el alma significa una disposición a aprender la causa de su dolor.
Posteriormente, el alma despierta puede acoplar los poderes transcendentes de la Leyes Superiores y transmutar cualquier karma detenido misericordiosamente inanimado durante su búsqueda. La desviación, la suspensión y la fundición del karma está todo bajo la supervisión de los Señores del Karma, Quienes están autorizados por el Mismo Sol.
Es el momento que la gente de la Tierra se familiarice con los Señores del Karma. Ellos son la Autoridad final para las corrientes de vida que pertenecen a la Tierra. Ellos no sólo supervisan y dirigen la encarnación del alma, sino que conforman el Concilio del Juicio en el momento de la disolución de la vestidura física.
Ellos delegan cada alma a su esfera adecuada para su estadía entre encarnaciones. A través de ellos deben pasar todas las peticiones y solicitudes de dispensaciones para borrar el karma de la raza y transcender la Ley natural de causa y efecto.
Ellos son los Señores de Misericordia y Amor y son de fácil acceso por una petición de mérito digna.
Unos padres sabios y amorosos administran las medidas correctivas únicamente para educar al niño en los principios del bien y el mal. Cuando la inteligencia del niño asimila la lección, la necesidad de sufrimiento y castigo cesa de existir. Únicamente una naturaleza sádica continuaría innecesariamente la disciplina.
¿No es patente que el Gran Padre sea igualmente capaz de abandonar los juicios de dolor kármico cuando la conciencia se despierta a la causa y ha corregido su motivo dentro?
Esta es la función de los Señores del Karma que Yo disfruto mas. ¡Enjugar las lágrimas y pecados del mundo a través de la misericordia!
¿Soy Yo el custodio de mi hermano? ¿Cualquier hombre bueno vería, a su hermano abatido si yace dentro de su poder personal impedir el estallido?
¡Cuánto podrían pesar las peticiones combinadas de los hombres buenos en la balanza delante de los Señores del Karma para la liberación de los hombres del retorno completo del karma de la masa, cambiando los poderes motivadores detrás de las acciones de la raza!
Cuando un miembro de la raza humana es valiente lo suficiente como para pararse, descubierto, delante de los Nueve Poderosos Jueces – impersonales y desapasionados – se estimulan los corazones del Cielo. Es raro que tal aplicación sea rechazada.
Una cosa es para un Maestro Liberado hacer la petición por una dispensación para la gente de la Tierra, pero otra realmente que un hombre reconozca una necesidad y ADELANTE la posibilidad de mover una ley natural mediante la iniciativa y esfuerzo autoconsciente.
¡Hago TODO por ese hombre!
Científicamente hablando, el Padre – Él Mismo – concede dispensaciones de gracia, cese de guerras, de pestilencia, hambruna y todos los males individuales y universales en que el hombre ha caído por herencia. Pero todos los aplicantes deben pasar por el Concilio de los Señores del Karma y mostrar la causa para la transcendencia de las leyes kármicas que son la autoridad sobre esta Tierra.
Si esa Ley debe ser transcendida, debe ser probado sin duda alguna que tal misericordia será finalmente una cosa buena para la raza. Mitigar o destruir retribución kármica es posible. De lo contrario no habría esperanza o eficacia en la oración.
La investigación científica y las medicinas temporalmente han aliviado el dolor y sufrimiento y de ese modo se ha suavizado el latigazo kármico. Las manifestaciones más permanentes de esta transmutación de mal serán evidentes en el futuro.
Una dispensación es una concesión de misericordia dada a una petición de mérito. La ley de Moisés puede ser transcendida a través de la Gracia. Las respuestas aparentemente milagrosas a la oración son una prueba positiva de esta realidad. Aquí dentro yace la esperanza del hombre. Si se le requiriera por el Señor de Amor pagar cada jota, cada tilde, la cadena de evolución no tendría fin.
Está dentro de lo correcto y ámbito de cada hombre hacer la petición al Padre por dispensaciones de misericordia para su prójimo.
El hombre debe mostrar justamente la causa para tal dispensación, ofreciéndose él mismo como un padrino para la gente.
La elevación por paz de los corazones de los hombres de elevarse podría ser recogida por cualquier hombre y realmente ser ofrecida como tal causa.
Karma es meramente energía calificada para actuar mediante el deseo individual o natural moviéndose en un circuito de entrada y salida.
El efecto de este karma estará determinado por el motivo dentro de la inteligencia calificadora cuando la causa invisible fue establecida.
La Ley natural es que el karma – la ley de causa y efecto – se debe consumir. Sin embargo, si el motivo que ha creado el mal karma es cambiado, la inteligencia motivadora educada, la ley natural puede ser reemplazada por la Misericordia y las causas puestas en movimiento limpiadas de la pantalla de la vida aun antes de que ellas sean patentes en modo alguno sino al ojo interno. Esta es la promesa del mañana y la esperanza de hoy – el poder de las dispensaciones – y la misericordia del Concilio Kármico.
La Palabra, enero 1999
LA GRAN JUNTA KÁRMICA
El Puente, mayo 1961
¡»YO SOY» Aquel Quien siguió a Platón y Aristóteles en la Escuela Peripatética! Les impartiré en términos simples varias respuestas a preguntas que son imperativas para el entendimiento y aplicación de La Ley Espiritual.
¿Qué es la Junta Kármica?
La Junta Kármica es un Concilio el cual asumió voluntariamente tanto la responsabilidad como la obligación de cumplir las lecciones necesarias requeridas por cada individuo quien haya tomado la encarnación sobre el planeta Tierra.
Todos los de la humanidad fueron creados originalmente a Imagen y Semejanza del Dios Padre-Madre sin mancha de pecado. Cada uno fue dotado con el poder del libre albedrío usando sus facultades creadoras para cumplir su porción del Plan Divino.. Mientras cada individuo utilizó este libre albedrío para cumplir sus Misiones Divinas, la Primera Edad Dorada floreció. En esa época no había necesidad de La Junta Kármica. Las Segunda y Tercera Edades Doradas completaron su curso de igual manera.
El ciclo de la Cuarta Edad sobre el planeta Tierra encontró a Su voluntaria Anfitriona ante gente de otros planetas quienes se habían rebelado contra la Ley de Dios y así que eran huérfanos planetarios, retrasados. ¡Entonces los pueblos de la Tierra, a pesar de la protección invocada por el Señor Miguel y Otros Seres Divinos, sucumbieron ante el pecado sutil de la curiosidad!
Su experimentación con el mal uso del libre albedrío causó lo que es conocido como ‘la caída del hombre*. ¡Ellos llegaron a estar enamorados de su uso de los poderes creativos, independientes de la Dirección de Dios, y nació eso que conocen como el alma!
Anticipando esta rebelión contra El Dios Padre-Madre y la discordia resultante que resultaría, tres Seres Divinos se ofrecieron como voluntarios para asistir a cualquiera tan enredado en esta creación personal y de la masa de pensamientos, sentimientos, palabras y acciones imperfectas.
¡De ese modo se formó la primera Junta Kármica! A través de Eras sucesivas y recalcitrancia de parte de los Instructores, además de los estudiantes, el número de los Miembros de La Junta Kármica ha sido incrementado a Nueve, cada Uno representando una Virtud Divina particular temporalmente perdida por el hombre. Los Seres Divinos Quienes comprenden La Junta Kármica califican para Su Cargo de acuerdo al requerimiento. Así que el Cargo y Ser Individual no son siempre el mismo.
¿Cómo estos Miembros asisten al hombre?
Al cierre de cada encamación al alma se le requiere aparecer ante la Junta Kármica. Aquí a él se le da la oportunidad de explicar LA RAZÓN por las actividades en su última encarnación terrenal. La Junta Kármica a su vez considera LOS MOTIVOS detrás de tales actividades y asigna a cada alma a un reino cuya acción vibratoria sea semejante a la conciencia del tal ser.
También en este momento un Instructor se ofrece como voluntario o es asignado a tal alma para que se entienda mejor la razón de su existencia, y en su retorno a la Tierra en la próxima encarnación tendrá la oportunidad de hacer la restitución.
¿De dónde se deriva la palabra «Kármica»?
¡Así como el hombre siembra, también cosechará! Por lo tanto, toda la energía que el alma ha mal calificado se convierte en un ‘mal’ karma y aquella que él calificó de una manera constructiva es buen karma. Con frecuencia esto es referido como la Ley de Causa y Efecto.
¿Qué es el Purgatorio?
El Purgatorio no es un lugar, sino que es la actividad de purga del alma. Al hombre no se le requiere llevar su karma imperfecto con él hasta que deje su cuerpo camal. El acto de purgación DEBERÍA TOMAR LUGAR tan pronto como él sea privilegiado de conocer del Fuego Sagrado de la Transmutación, y mediante la cooperación de la Junta Kármica y de los Seres Divinos Quienes están esperando para asistirle cuando igualmente se les invoque.
Aquellos quienes rechazan aceptar esta Verdad mientras están en la encamación de necesidad serán asignados por la Junta Kármica al ejercicio de purgación después de la tan-llamada muerte.
¿Qué es el Infierno?
El infierno es el estado de conciencia, uno no confortable, en el cual el hombre cosecha los resultados de sus malas acciones. Cuando el hombre aprende el uso del Fuego Sagrado de la Transmutación puede remover los efectos resultantes de sus malas acciones.
Es enteramente un estado de auto-escogencia del hombre por el mal uso del libre albedrío. Él puede permanecer en esa conciencia con su sufrimiento acompañante o desenredarse mediante el acto de purgamiento.
Como previamente les hemos dicho, cada individuo ha vivido durante eras de tiempo. Por lo tanto, la extensión del infierno personal de cada alma y el período de purgamiento está determinado por su uso de la vida a través de esas eras. Su redención requerirá igualmente un balance de esfuerzo constructivo.
No existe permanencia para el infierno o sufrimiento de ningún tipo cuando el individuo ACEPTA LA LEY DEL CIRCULO, asume la responsabilidad completa por las condiciones en la cuales él vive actualmente y humildemente hace la súplica por asistencia en su redención.
El Señor Theophrastus
La Palabra, julio 1999