Los Grandes Hombres del Oriente

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Los Electos del Oriente, sabían de la presencia de esta Conciencia Divina como una actividad espiritual de su propia corriente de vida dentro de la cual ellos podían entrar mediante cierta preparación y control de la acción vibratoria de sus propias almas. Estos maestros de la sabiduría podían experimentar en cuestión de unos pocos momentos el éxtasis que se halla en el Gran, Gran Silencio, y al elevar la acción vibratoria de sus almas, entraban dentro de este poderoso y pulsante Rio de Fuerza que denominaban Samadhi.

Aquí no estaban inconscientes sino totalmente vivos y atrayendo dentro de la naturaleza más profunda de sus seres, la Luz, la Paz, la Belleza, y la Armonía que fluye en movimiento constante a través de este Reino de la Felicidad Eterna.

Lo que ellos han logrado cualquier aspirante puede lograr, pero primero debe convertirse en maestro de las vibraciones de su propia energía, debido a que esas vibraciones son el poder de la levitación de su alma.

Así como el piloto debe tener un control completo de todas las palancas y mecanismos de su avión para asegurar un vuelo constante y estable, así también debe el aspirante ser la presencia maestra de su propia energía a fin de asegurar el mantenimiento de la acción vibratoria requerida para sostener su conciencia dentro del Gran Silencio – dentro del Rio de la Felicidad o de la Paz, de la Alegría o la Opulencia hasta que él, a voluntad, escoja regresar a la acción vibratoria del Plano Tridimensional para completar el Plan Divino de su corriente de vida.

La mayoría de los hombres de Occidente permiten que el control de su energía esté a disposición de cualquier fuerza externa, y ellos están como el piloto que permite que su avión sea constantemente impedido en su vuelo por el reino de los espíritus traviesos. Si ustedes determinan entrar al Reino de la Paz, la Felicidad, la Pureza, la Opulencia, la Fuerza, o la Salud, deben, en lo mejor de su habilidad personal, borrar de sus conciencias las vibraciones que son opuestas a la radiación positiva de la cualidad, estado o esfera dentro de la cual desean entrar.

Las vibraciones del miedo, la depresión, etc., deben ser eliminadas, y ustedes deben generar y emitir, tanto  como sea posible, una vibración similar a la Virtud Cósmica a la cual aspiran, luego no deben permitir que el mundo externo introduzca a través de las circunstancias, la depresión, la agitación, el disgusto y así sucesivamente cualquier presión que pueda cambiar la vibración de su energía desde la que han establecido precedente y conscientemente su unión.

Ese es el por qué el tiempo que se esté completamente imperturbado por la vibración constante de la mente externa, es esencial para esta práctica.

Cuando su acción vibratoria es así establecida y mantenida, la Conciencia Cósmica puede entonces pulsar positivamente, y esto incrementará grandemente su habilidad para mantener y sostener esta radiación positiva a través de períodos de tiempo cada vez más, y más largos.

Libro: Conciencia Divina, LAINEC

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