La Experiencia de la Vida Forma la Conciencia
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La conciencia de un hombre está compuesta de eso de lo cual él está consciente o con lo que ha estado familiarizado a través de la experiencia de la vida. El mundo externo divide la conciencia en el SUBCONSCIENTE, en donde están contenidas las experiencias del pasado que algunas veces están profundamente sepultadas en la naturaleza; el CONSCIENTE, que comprende las experiencias del presente; y el SUPER-CONSCIENTE, o el desarrollo superior hacia lo cual el hombre se está esforzando.
El hombre promedio y el estudiante están constantemente ensanchando su esfera de conocimiento consciente desde el momento del nacimiento, durante todos los años subsiguientes, hasta el final de esa encarnación. Un niño de dos años no tiene la conciencia de un hombre maduro, y las experiencias, educación e instrucción de la niñez le hacen consciente de lo que está en el Universo, mucho más que lo que su mente infante podría comprender.
Para ilustración, llevemos a un individuo al pie de una gran montaña. El está consciente, a través de los medios de sus facultades de la visión y audición, de lo que le rodea – del saliente desde el cual se pudiese comenzar a escalar; de sus compañeros de viaje; de la llanura, los arbustos y así sucesivamente.
Si este es su viaje inicial o ascenso, él no estará consciente de lo que está en la cima de la montaña hasta que a través de su propia energía de vida, él haya hecho el ascenso.
Pudo haber arraigado dentro de su conciencia un cuadro vago de la cima a través de descripciones dadas por otros, mediante fotografías, etc., pero a pesar de que en el tope de la montaña, el escenario que le rodea, los picos nevados están brillando en el Sol ahora realmente en el presente, para él estos son puntos de vista o una conciencia hacia dentro de la cual puede entrar sólo a través del esfuerzo.
Una vez que él haya escalado la montaña mediante la energía de su propia vida, esa experiencia grabará la plenitud de la belleza que está en la cima y esa conciencia será suya para siempre.
Ahora verán que muchos hombres y mujeres nunca harán esa escalada, y para ellos la conciencia de la cima de la montaña siempre será una súper conciencia –una de la cual ellos no estarán conscientes excepto por relatos, descripciones o fotografías de otros.
Es exactamente lo mismo con lo humano y la Conciencia Maestra Ascendida. La Conciencia Maestra Ascendida como el pico de la montaña, está siempre presente.
La masa de la humanidad vive debajo de ella; pocos oyen de ella a través de descripción, la alegoría, etc., pero a fin de que la hagan suya propia, debe tomar lugar el ascenso por medio de la energía de su propia CORRIENTE DE VIDA, y una vez que hayan logrado esa cumbre de la maestría, a pesar de que regresen otra vez a los asuntos del mundo externo, eso es parte de su naturaleza y experiencia que nadie puede borrar.
Nadie puede tomar de un hombre, ascendido o no ascendido, ninguna experiencia que ensanche la conciencia, sea esta una bella vista exquisita en la Catedral de la Naturaleza, o la entrada del alma a los Reinos del Espíritu, porque la conciencia es sólo propiedad de cada corriente de vida individual y es una actividad que no puede ser robada o destruida.
Por lo tanto lo que el hombre construye en su conciencia mediante la contemplación y el esfuerzo es suyo para la Eternidad.
Libro: Conciencia Divina, LAINEC