LA ASCENSIÓN DEL MAESTRO JESÚS

Escucha la Nota Tonal del Amado Jesús, Micah Ángel de la Unidad, aquí:

UN MENSAJE POR EL AMADO JESÚS:

El Puente, Mayo 1973

Amados chelas, Me gustaría presentarles unos pocos he­chos respecto a la Ascensión de una corriente de vida hacia dentro del Reino de la Liberación Eterna en la Luz.

La celebración del Día de la Ascensión en la Iglesia Cristiana es el reconocimiento consciente de que el Poder de Dios a través de la forma humana puede resucitar y perfeccionar una vesti­dura carnal y transmutarla en el Cuerpo Celestial del cual se ha­bla en la Biblia. La atención de la humanidad es atraída por el fe­nómeno de tal transformación, pero pocos penetran a través del drama del Día de la Ascensión hacia las causas Internas esta­blecidas en la conciencia que capacitó ese Evento Cósmico para que se manifestara ante la vista física de aquellos privilegiados de asistir a la Ascensión pública.

El propósito completo de la encarnación, desde el momento que el Espíritu escoge primero la responsabilidad de aceptar cuerpos compuestos de elementos que comprenden la mani­festación física en este Universo, es tal que un Espíritu puede transmutar, perfeccionar y elevar esa sustancia elemental hacia dentro de la Pura Luz. Este proceso es conocido como la Ascensión, y la Ascensión corporal es sólo un efecto de las Causas Cósmicas establecidas en los niveles internos para la transmutación y purificación de la atmósfera completa de la Tierra, así como también de los elementos que integran la propia conciencia corporal del individuo.

La Conciencia Maestra Ascendida es lograda a través de centurias de crecimiento y expansión espiritual del alma, y el proceso tedioso de la vida diaria, que pesa tan pesadamente so­bre el chela, debería ser agotado en la creencia de que el proceso transmutador de la Ascensión está tomando lugar cada hora en el Ser Interno y que a medida que el chela asciende desde todo pensamiento y sentimiento humano, acciones y reacciones, él comienza a experimentar la elevación de la Conciencia Resucitada.

La conciencia siendo el verdadero ser del hombre cuando es elevada y sostenida en un Estado Ascendido de reconocimiento consciente de PERFECCIÓN ÚNICAMENTE, los elementos de las esferas inferiores deben de necesidad seguirla, aunque, debido a sus acciones vibratorias más lentas, les toma más tiempo expresar la plenitud de la Perfección que lo que le toma al Ser Interno llegar a estar consciente de esa Perfección.   

Es durante el período cuando el Ser Interno es Iluminado a un entendimiento de la Conciencia Maestra Ascendida, que no permite el entretenimiento de ninguna imperfección, cuando el individuo es tan vitalmente conocedor de que los vehículos in­feriores todavía no han expresado la plenitud de la Perfección que él está afirmando, y sosteniendo con su Aliento Interno, que un hombre requiere tremenda tenacidad de espíritu a fin de mantener una realización tranquila que, aunque las apariencias no confirmen su convicción interna de la Verdad, él perseverará en el sostenimiento de esa convicción, no sólo con su mente o en sus labios sino que dentro de su corazón, las experiencias que son meramente estampadas sobre la sustancia de la atmósfera inferior producirán para él la Verdad que ha afirmado.

La Conciencia resucitada requiere un chela que arroje toda creencia en las apariencias humanas, aunque para él ellas pa­rezcan abrumadoras y enteramente contrarias a su esfuerzo de­terminado para conocer únicamente la Perfección, el Bien, la Salud, el Suministro y la Santidad Vital. Requiere que él se pare en el Corazón de Dios afirmando que la Llama de la Perfección se manifiesta en el Universo.

Para el individuo que mantenga con tenacidad esta con­ciencia, no habrá apariencia en todo el Universo que no conforme ante esa tenacidad de Espíritu y produzca para tal ser la Per­fección que él ha demandado de la Vida. Aquí diría que no es una demanda de los labios o de la voluntad, sino que es un CONO­CIMIENTO calmado, cierto, firme de que la Perfección solamente retorna para aquel quien mora en ésta, quien vive en ésta, y sin embargo quien le da toda la liberación de su propia energía, y quien no aceptará nada sino la Perfección del mundo fuera o dentro de él.

En este mundo, donde el bien y el mal parecen patentes, el hombre puede escoger aceptar lo que se le ofrece sin discrimi­nación, o puede aceptar únicamente Perfección retornando una y otra vez los ofrecimientos del mundo de la apariencia, hasta que el mundo de la apariencia le de a él el corazón de la Llama de la Perfección.

Esta es la Conciencia que usé hasta que fue completado Mi Ministerio. Los cuerpos, las mentes, la efluvia magnética, las en­tidades creadas humanamente en y alrededor de las corrientes de vida muy queridas, Me ofrecieron una multitud de experiencias que no eran la Verdad.

A través de la Gracia predominante del Señor Maitreya, a través de las Enseñanzas del Señor Saithru, y de Mi Propia Presencia «YO SOY», estuve tan anclado en el re­conocimiento de la Verdad de Dios que no acepté los ofrecimientos del mundo de la apariencia, sea que estuvieran disfrazados con la capa de la tan-llamada muerte o locura, enfermedad, ira brutal de violencia, – y el Universo físico Me retornó aún el Cuerpo que el mundo de la apariencia trató de imprimir sobre la conciencia de Mis seres amados como una forma sin vida.

Mi convicción interna de que no había Poder aparte de Dios compelía al mundo de la apariencia a aceptar Mi Cuerpo como una Vestidura Ascen­dida, Transfigurada, Transformada y Eterna, que fue la manifes­tación de Mi realización de que no existen dos Poderes en el Reino de Mi Padre.

¡Cuando usan con determinación la Conciencia Ascendida de Jesús Cristo, no pueden fallar para atraer a través de su propia corriente de vida Mi entendimiento, Mi convicción, Mi ímpetu y Mi tenacidad de Espíritu en el reconocimiento únicamente de UN PODER – y esa Conciencia que les ofrezco para el uso constante, ascenderá tan seguramente su conciencia, – les liberará de la enfermedad, enfermedad y limitación como Me liberó a Mi y a los individuos que siguieron no Mi mundo, ni Mis preceptos, SINO MI EJEMPLO!

La Conciencia Crística Ascendida no es una panacea para los problemas que son inmateriales en el curso del progreso universal, sino que es una Conciencia que puede ser un poder transmutador para el universo entero, si es conectada con siquiera una corriente de vida que permanezca verdaderamente con la expresión de la Perfección, y quien no acepte las apariencias humanas ni sus ofrecimientos.

Benditos seres, les asistiré amorosamente en este proceso de la Ascensión, si sólo expresan el deseo.

El Amado Jesús

La Palabra, noviembre 1989


Escucha la Palabra del Amado Jesús, Decreta, Canta y siente en Su Pleno Poder la radiación que este día, está siendo descargada sobre el Planeta: la radiación del Logro Victorioso del Amado Jesús El Cristo!