EL AMOR DIVINO ES UNA CIENCIA

EL AMADO MAESTRO HILARION:

El Puente, agosto 1957

El Amor Divino es una ciencia. Cada manifestación, desde la forma más pequeña hasta el sistema solar más grande, se construye con el poder cohesivo del Amor Divino.

Cuando las grandes Edades Doradas han llegado a la manifestación sobre el planeta Tierra, ellas nacieron literalmente a través del Amor de Seres Quienes escogieron – voluntariamente – crear como Dios crea.

Estas Edades Doradas han sido sostenidas justamente tanto tiempo como algún Ser sostuvo el sentimiento de Amor Divino por la creación.

Este sentimiento era el poder cohesivo que sostuvo la forma; el poder expandiéndose que incrementó su belleza y el poder eterealizador que retiró la manifestación cuando ya no era requerida que permaneciera sobre ningún plano de existencia.

En la experiencia humana, existe más o menos de Amor Divino expresado en la creación de un hogar, una familia, o un negocio.

Cuando aquel que es el foco para el poder cohesivo de tal esfuerzo cooperativo abandona este poder cohesivo (por muerte o de otro modo), ocurre la desintegración de la manifestación.

En las organizaciones espirituales, casi sin excepción, cuando el Fundador – estimulado por el Amor Divino para hacer el esfuerzo supremo de establecer y sostener tal organización, deja el plano Terrenal, a menos que haya otro quien pueda ser encontrado quien sostenga ese foco de Amor Divino y lo expanda, entonces la organización por sí misma se desintegra y no es más.

Esta era la Ley que el Amado Jesús tomó en consideración al pedirle a Su Madre, María, sostener Su amor quedándose en la Tierra después de Su Ascensión, hasta que se hubiera magnetizado e irradiado suficiente Amor Divino como para sostener la Dispensación Cristiana durante dos mil años!

Similarmente, la Visitación del Señor Gautama anualmente al Festival de Wesak fue diseñada para estimular y expandir el Amor Divino que Él había magnetizado y sostenido en Su vida Terrenal.

Todos los Seres Quienes diseñan así una bendición para el beneficio de la raza buscan seres no ascendidos para que sean para Ellos verdaderamente “el cuerpo de Cristo” a través del cual pueda fluir el Amor Divino.

Si no se encuentra tal ser, las hermosas Enseñanzas y Gracia acompañante gradualmente retroceden y los beneficios establecidos por el Fundador se eterealizan hacia los Reinos más sutiles más allá del saber de la mente humana.

Hilarion

La Palabra, mayo 1998

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