LA ESENCIA HERMOSA DE EL CRISTO

EL AMADO KUTHUMI

El Puente, junio 1964

Amados hijos del Padre, vengo a la atmósfera de la Tierra para participar en una de las más grandes actividades que ha to­mado lugar en favor de los chelas y la gente de este planeta por algún tiempo.

La Tierra está siendo rodeada hoy por los gloriosos Hermanos de la Túnica Dorada y por las Legiones del Señor Jofiel. Ellos es­tán trayendo la Santa Comunión a cada corriente de vida indi­vidual en este planeta.

Inclino Mi cabeza con humildad por el privilegio de tomar parte en esta extraordinaria actividad, y todos ustedes benditos seres quienes escuchan estas palabras, a medida que vuelquen su conciencia hacia Mí, su Kuthumi, o hacia cualquiera de los Hermanos de la Túnica Dorada, será Nuestro privilegio energizar la actividad a través de ustedes individualmente.

Invoco al Amado Señor Jofiel y las Legiones Angélicas Quienes sirven con Él y vean lo que la Llama de la Constancia que es tal parte notable de Su Servicio hará por cada uno de ustedes.

A medida que estoy hablando con ustedes, las Legiones Angélicas, bajo el comando del Señor Jofiel, están literalmente bañando los cuerpos de los chelas y de toda vida sobre este planeta con la Esencia Luz Líquida Dorada de la Llama del Entendimiento y Constancia.

A medida que estos Seres vuelan en Su camino por la atmósfera con el acompañamiento de la Música Celestial, grande es Nuestra felicidad cuando atestiguamos las sombras siendo reemplazadas por el vigor que es el requisito para un ver­dadero entendimiento.

Ahora bien, existen muchas maneras de enseñar al ser ex­terno acerca del Cristo. Se les ha dicho una y otra vez, que una de las más grande manera de enseñar es a través del ejemplo.

Se les ha dicho. Mis chelas, que ustedes son los Instructores de la Nueva Era – que ustedes estuvieron siendo preparados para este día. Algunos entre ustedes verbalmente se dirigirán a las multitudes, y algunos enseñarán a través de la radiación, y sien­do el ejemplo manifiesto del Cristo.

Los Coros Angélicos están llenando la atmósfera con música magnificente y esa armonía hará mucho para curar las almas y cuerpos de la gente de esta Tierra. La música, como están informados. Jugará un papel extraordinario en la Adoración Ceremonial que aparecerá.

Si hay alguna melodía armoniosa particular que encuentra un acorde respondedor en su ser, que suaviza sus sentimientos y eleva sus espíritus, es sabio tocarla a menudo – sea en el instrumento en el cual están instruidos, o en un equipo de sonido. La música melódica y hermosa, la cual encuentra parentesco con sus sentimientos, puede hacer mucho por armonizar los átomos y células de su ser dentro de un todo armonioso.

Piensen en esas células como niños, cada una, una réplica del Cristo Perfeccionado. Ellas, de necesidad, deben llevar puesta las vestiduras con las cuales ustedes les adornan. Como el Cristo dentro de su corazón, ellas deberían ser perfectas, y cuando ellas están en la atmósfera de la música hermosa, oh ellas están muy felices y dispuestas a servir en unidad…

Dios está en todas par­tes, y justamente así como ustedes son una célula en el Cuerpo del Padre, así son estas células, que comprenden el cuerpo a su comando, esperando Perfección. Trátenlas bien – denles el des­canso requerido, amor y respeto.

A medida que he estado hablando con ustedes, la actividad que está tomando lugar a través del servicio amable del Amado Señor Jofiel y Sus Legiones está siendo intensificada, y está en­contrando una recepción de bienvenida en los seres de, oh, tan­tas personas sobre esta Tierra.

Se sorprenderían con el número de personas quienes están sentándose más erectos y quienes son compatibles con esta bendición. Algunos están pensando ‘oh, qué fue eso’ porque ellos sienten que una oleada de felicidad fluye a través de ellos.

Estoy tan feliz que, aunque ustedes no puedan haber estado conscientes de la actividad inicial de este servicio, están respondiendo hermosamente a medida que lean Mis pa­labras y están enviando su amor y gratitud a las Legiones del Se­ñor Jofiel.

Mis amados pupilos, a medida que cierro ahora para parti­cipar más con el Señor Jofiel en este servicio magnificente de la Santa Comunión, digo «En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» les bendigo con el sentimiento del Cristo en todo, para traer a la acción la Unidad, la Integridad, de toda vida en todas partes.

Obedientemente en Servicio

«YO SOY», Kuthuml

La Palabra, enero 2002

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