LA SAGRADA REVERENCIA POR LA VIDA
HABLA LADY MIRIAM:
El Boletín, Vol. 21, Nº 12 – 18 de junio de 1972
Por qué pedí el privilegio de hablar con ustedes? Bien, Mis preciosos seres, nunca, nunca olvidaré el momento en que por primera vez contemplé los Tetones magnificentes – no hace tantos años, de acuerdo a los términos de la Tierra, en que primero puse Mis ojos sobre esos gloriosos Picos, y Mi ser entero se llenó de la Radiación que salía para saludarme…. el sentimiento de Reverencia por la Vida!
En el propio centro de este anfiteatro está la Presencia Luminosa del Glorioso Micah, Ángel de la Unidad. y un sentimiento de Unidad por toda Vida como una gloriosa Fuente de Luz expandiéndose y expandiéndose abraza a este globo entero.
¿Ahora, como se logrará la Unidad por toda vida? A través del respeto y reverencia, y ustedes tienen una oportunidad sin precedente durante este período de venir a los Tetones en sus cuerpos internos y solicitar a un Miembro infiltrar su conciencia, su propio ser, con esa Sagrada Reverencia por la Vida y el sentimiento de la Llama de la Precipitación… les sugiero pedir asistencia a su Caballero Padrino.
Recuerden que la Llama de la Precipitación está resplandeciendo dentro de sus seres todo el tiempo – ustedes no toman un aliento para sostener su ser, o lo envían fuera que no estén precipitando y les pido, Mis amados seres, enviar fuera el aliento, en cada acto suyo, cada palabra y en cada acción suya calificado con reverencia por la vida.
Si existe una corriente de vida sobre este planeta hacia quien sostienen alguna aversión… sé, lo hice cuando estuve en forma física – y les imploro, soltar ese sentimiento porque a menos que amen a cada partícula de vida, cada célula dentro del Cuerpo de la Fuente Eterna, no pueden experimentar la verdadera Unidad.
Cuando alguien mora dentro de ese Ser Crístico, sabe que cada parte de vida es una pulsación en el Corazón del Dios Padre-Madre. Oh, es un hermoso estado de ser hacia el cual todo el mundo debería aspirar.
Les ayudaré si Me llaman porque les amo, y creo que lo saben.
Lady Miriam
CS VOLUMEN XXXII- Nro 24 – 2010