LA VOZ DEL SILENCIO

EL AMADO KUTHUMI

Cada corriente de vida sobre el Sendero, tarde o temprano, llega a cierto punto donde él comienza a volcarse hacia la “Pequeña Voz Aún” dentro del corazón.

Al principio el individuo comienza a depender de la intuición, luego de la inspiración, y, posteriormente aún, de ese contacto consciente que precede a la maestría auto-consciente, el logro del cual constituye su Liberación Divina de todos los conceptos humanos y de toda forma.

Este es el punto más difícil sobre el Sendero Espiritual y pido que cuando lleguen al lugar donde entren al Corazón del Silencio – donde ustedes comulguen con su propio Ser Divino, que sean extremadamente sabios, alertas y cuidadosos de la respuesta que recibirán primero que nada desde sus propios cuerpos, porque ustedes son un mecanismo complejo – un ser de siete aspectos.

Ahora bien, mientras la gloria de su Cuerpo Electrónico, su Cuerpo Causal y su Santo Ser Crístico nunca puede descaminarles – sus cuerpos inferiores tienen voz, conciencia e inteligencia suya propia – y estas voces, esta conciencia y esta inteligencia dentro de ellos trata a menudo de servir a sus propios fines egoístas a través de ustedes.

Uno de los requerimientos principales para la Maestría Espiritual es discriminación. Llámenme a Mí, si lo desean, a Mi Amado Señor Maitreya, o al gran Señor Buda por esa discriminación en donde puedan reconocer la Voz del Silencio.

Sepan siempre que los impulsos que construyen la personalidad, aquello que da engrandecimiento al ego humano, no es la “Pequeña Voz Aún” de la Presencia, sino más bien los ruidos sordos del etérico de sus propias experiencias pasadas, los deseos emocionales de su mundo de sentimiento, o conceptos y preceptos mentales desde sus vidas pasadas.

Recuerden que ustedes se han sentado en el pasado delante de muchos instructores quienes les han dado tanto verdad como falacia y, dentro de sus cuerpos mental y emocional y su conciencia etérica, están construidos esos conceptos, algunos de ellos solidificados y petrificados y yaciendo dormidos dentro de ellos por centurias.

¡Cuando la Llama comienza a emerger a través de ustedes, estos conceptos son revivificados y aparecen, y ustedes deben reconocerlos por lo que son ––no necesariamente la Voz de la Verdad!

A medida que avancen a un entendimiento de la Voz del Silencio, sepan que aquello que les hace humildes, aquello que les hace amorosos, aquello que les hace puros, aquello que les hace armoniosos, es de Dios.

Los sentimientos que estimulan dentro de su corazón ese deseo de hacer de esta estrella un planeta de Luz, de aliviar la carga de su prójimo, de elevar a aquellos en dolor y aflicción a un entendimiento y armonía – eso es de la Luz.

Aquello que decrece la personalidad e incrementa el Poder del Cristo – eso es de Dios!

El Señor Kuthumi

La Palabra, febrero 2004

3 comentarios en “LA VOZ DEL SILENCIO”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *