CADA UNO TIENE SU PROPIO SERVICIO QUE PRESTAR
HABLA EL ANGEL DE LA RESTAURACION:
Víspera de Año Nuevo 1982/1983
Mis co-servidores, que privilegio es estar aquí, Estoy grandemente honrado.
Encontrarán que el proceso de restauración es realmente una tarea. Nosotros sabemos restaurar cosas-cambiar algo que ha sido mutilado o deteriorado, por falta de cuidado, y así que Nos dedicaremos a la restauración de este planeta y todo sobre él a través del servicio, el servicio dedicado.
Encontrarán que el proceso de restauración es realmente una tarea. En la restauración se les da una extraordinaria oportunidad y no puedo decirles cuan agradecido estoy de que el momento haya llegado en que podamos restaurar a esta querida Tierra a la belleza que Ella conoció una vez.
Toda Vida sirviendo en armonía. Cada parte de Vida respetando la otra y cuando caminen a través del campo o bajen a la calle o viajen por cualquier medio de transporte, sepan que están en la compañía de sus compañeros de viaje.
Cuando digo “compañeros de viaje” quiero decir cada partícula de Vida que está evolucionando y que es una parte activa de Dios – cada uno tiene su propio servicio que prestar y cuando lo hacen así, los diminutos elementales manifiestan la belleza por Amor o Luz.
Su propio paso a través de este Universo será una bendición y la canción de los pájaros será tan magnificente que esto les hará remontarse hasta alturas desconocidas, y pueden bendecir toda Vida siendo un ser de tal armonía sólo sabiendo que finalmente han llegado al hogar – hogar para El Cristo Interno, esa célula en particular en este gran Universo, mezclando, mezclando sus energías para crear la gran Obra Maestra, el Tapiz de la Creación – tejiendo sus hilos individuales para hacer el todo perfecto, el Único Todo.
Y podremos mezclarnos el uno con el otro dentro de las grandes sinfonías, y cuando canten con los Ángeles a través de su radiación y escuchen la combinación de los tonos de cada parte de Vida, estarán en lo que ahora es llamado “Cielo” -el Cielo está donde el corazón, el corazón verdadero, el latido que es necesario en este gran Universo.
Los cielos parecerán más brillantes. Los árboles emitirán más de su bella radiación. El aire no estará contaminado y la hoja de grama estará agradecida por su pisada. ¿No es eso algo de esperar? ¿No desean caminar con Nosotros? Estoy seguro que lo hacen.
Saludo su Luz y gracias por su atención.
El Ángel de la Restauración
La Palabra, marzo 1983 -extracto-