CANTO CONTÍNUO DE ADORACIÓN
LA SEÑORA CARIDAD
Mayo, 1985
Imaginen un Planeta Espiritualmente Libre que Él mismo quiere danzar fuera hacia dentro del universo en un himno continuo de Adoración y alabanza a la Deidad. Si pueden imaginar esto, comienzan a captar cualquier parte importante del plan Divino de la Tierra y un aspecto importante de ser libre-Divino.
Purifiquen, eleven y liberen su mente para que esto pueda ser su experiencia continua. Estoy aquí para ofrecerles probar Esto ahora. Cada electrón de un Ser Libre-Divino existe en una Realidad auto-perpetuada de que su único propósito es una Adoración continua a Dios, tan agradecido está de solo SER… y de estar en tal Amor.
Conviértanse en tal electrón ahora en el Cuerpo de Luz desarrollándose, el Grupo Avatar. Si pueden hacerlo así renunciarán a toda necesidad o deseo de preocuparse acerca de la condición alrededor de ustedes porque sus sentimientos estarán demasiado precisados en la Adoración a Dios como para tomar el tiempo para criticar, condenar o juzgar a otro o aún a ustedes mismos.
De aquí que la naturaleza de Amor que les ofrezco es un sendero hacia su propia liberación si se preparan para esto a través de la purificación. Como saben de las enseñanzas esotéricas, el Maestro aparece cuando el chela está listo. Para Mí, esto se refiere a Mi naturaleza de Amor, un canto continuo de Adoración. Este regalo poderoso estará allí en sus sentimientos instantáneamente, en el momento en que están listos para Este.
Mi queridísimo Chamuel llama la adoración: «la devoción completa a la bondad de la vida y retorno del exilio de la separatividad». La Adoración es el ápice de la relajación y alivio, soltando, amando verdaderamente a Dios.
Es una terapia sublime para todos los males de la conciencia humana y en Su Presencia el Hombre Dorado crecerá con tal fuerza y estatura que el mundo estará quieto con el despertar de Su radiación.
Es la piedra angular de todo suministro físico y espiritual. Es el magneto para la plenitud del bien-Divino y debe estar encarnado sobre el planeta. Quedo en Amor Eterno,
Caridad
La Palabra, septiembre 1985 -extracto-