El Hombre es el Guardián de Su Conciencia
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No hay dos seres no ascendidos que tengan la misma conciencia, porque el uso individual del libre albedrío a través de muchos millones de años ha determinado la experiencia de la vida por la cual la conciencia fue creada y sostenida.
La conciencia del hombre vive encarnación tras encarnación como la única parte que perdura de la corriente de vida, y el estado de su conciencia determina su experiencia en la Tierra y las alturas hacia las cuales él se elevará después de la muerte de la forma física. El único pasaporte hacia dentro de los Reinos de la Paz, la Belleza y la Perfección es el propio estado de conciencia.
Como cada corriente de vida vive dentro de su conciencia, y la manifestación de esa conciencia determina su futuro, además de las actividades del presente, es el momento para que el estudiante comience conscientemente a volcar la fuerza y peso de la energía de su corriente de vida, dentro de una escogencia más cuidadosa de lo que el abrigará y sostendrá en su conciencia.
La conciencia de un hombre es esa de la que él está consciente. El tiene libre albedrío para atraer dentro de su conciencia, desde cualquier Reino en el cual descanse su atención, mediante la avenida de su propia Energía de Vida en el uso de las facultades de la visión, audición, sentimiento, etc.
Su conciencia entonces se convierte en el salón recibidor para sus sentidos exteriorizados. Lo que él ve, piensa, y vive en secreto, además de abiertamente, conforme la experiencia de la vida en la cual vive aquí y en el futuro.
La conciencia humana, como lo ha dicho Saint Germain, es el ‘deposito provisional terrenal’ de todos los pensamientos y sentimientos fugaces de la mente de la masa que fluyen libremente hacia dentro de las corrientes de vida desvalidas y no desarrolladas. Así que las cualidades que se entretienen en la conciencia mediante la contemplación de la imperfección, atan al aspirante, así como también a la mente de la masa no despierta.
La Conciencia Maestra Ascendida ha sido desarrollada por cada ser que ha pasado a través del Reino del nacimiento y la muerte hacia la Vida Eterna a través de un tremendo esfuerzo auto–consciente.
El individuo que aspira a la Maestría debe darse cuenta que su conciencia está siempre al comando del libre albedrío, y que el desarrollo de la Conciencia Maestra Ascendida llega, no solo a través de la Gracia, sino por la invitación de los pensamientos y sentimientos superiores hacia dentro de la mente consciente, no solamente durante los momentos de adoración, sino durante todo el período de veinticuatro horas del diario vivir.
La clasificación de las ovejas de las cabras, es una tarea constante, y cada vez que los pensamientos y sentimientos impuros, imperfectos y de limitación son rechazados de la conciencia mediante el esfuerzo consciente y reemplazados por pensamientos y sentimientos superiores, el individuo está construyendo la Conciencia Maestra Ascendida dentro de su propia experiencia, y esta Conciencia será su pasaporte hacia dentro de los Reinos Superiores durante el dormir, la contemplación, y a la hora de la desintegración de la forma Terrena.
Libro: Conciencia Divina, INEC