EL ESPÍRITU DE LA GRAN HERMANDAD BLANCA
EL AMADO MAESTRO JESÚS:
El Puente, enero 1975 (Extractos)
Nos ha sido solicitado hablar acerca del Poderoso Espíritu de la Gran Hermandad. Yo, Mismo, y aquellos cerca de Mí, muy ciertamente Nos beneficiamos de la protección y bendición de este Espíritu que daba tan pródigamente de Sí mismo ayudándonos a cumplir Nuestra Misión.
Recuerden, amados seres, que este Espíritu recibe dentro de Sí mismo todo el pleno bien acumulado que cualquiera, humano o Divino, logra en este mundo de la forma. De ese modo cada año Este crece en gracia, belleza y poder. Solo es verdaderamente eso.
Como el “Patrono” Cósmico para la inversión de más de las energías espirituales ordinarias a través de cualquier corriente de vida, ese ímpetu de bien de esa corriente de vida es automáticamente la propiedad de este Espíritu.
Por ejemplo, en Mi caso, innumerables Ángeles y Seres Divinos eran enviados por este Espíritu para guardarnos, protegernos, avisarnos y sostenernos a través de las experiencias numerosas y difíciles de Mi vida terrenal final.
A petición de este Espíritu, Ellos dieron un cantidad tremenda de Su Propia vida a la Causa Cósmica en el establecimiento de la Dispensación Cristiana.
Así los frutos de esa Dispensación pertenecían a y fueron libremente dados a la custodia de ese Espíritu, no sólo durante Mi vida terrenal, sino aún hasta el día de hoy.
Así que cualquiera con un motivo puro, desprendido puede invocar todo el pleno ímpetu Cósmico acumulado de la Dispensación Cristiana para que fluya hacia, a través y alrededor de ellos u otros quienes ellos vean están haciendo el trabajo de El Cristo en el mundo de la forma o en los Niveles Internos de conciencia donde a las almas no totalmente libres aún están agotando karma humano no transmutado.
Cualquiera puede, – de igual manera, – invocar el pleno ímpetu Cósmico acumulado del servicio del Señor Gautama hacia, a través y alrededor de las corrientes de vida sinceras no ascendidas quienes continuamente están en Su Nombre difundiendo la doctrina del Sendero del Medio.
Es únicamente en la octava humana que la personalidad busca mantener el poder, la gloria y los beneficios de las obras bien hechas.
El verdadero devoto de La Gran Hermandad hace las obras en el Nombre del Padre, – y devuelve todo crédito además de todos los frutos de la cosecha al Espíritu de la Hermandad, – para que pueda ser utilizado una y otra vez para ayudar a otros buscando hacer el mismo tipo de trabajo en una época posterior.
El Espíritu de la Gran Hermandad es el Patrono Cósmico, asignado por Dios mismo, para sostener los frutos de las obras bien hechas, – también los sentimientos de logro generados al hacer estas obras en la atmósfera de la Tierra para que todo el que desee acelerar la liberación de las evoluciones de la Tierra pueda tener acceso fácil a estos poderes y gracias.
Personalmente, bendigo a este Espíritu por Su poder sostenedor en el Jardín de Getsemaní y en la Colina del Gólgota.
Me regocijo de que este Espíritu haya sostenido la cosecha de Nuestros esfuerzos, y siempre estoy complacido cuando cualquiera escoge participar de Nuestro humilde Regalo para la Tierra que el Espíritu de la Gran Hermandad, – a petición, – hace disponible a cualquier corriente de vida sincera y generosa.
Invoquen esta Presencia Resplandeciente en sus servicios, – y sientan el Poder de Su Presencia actuando a través de ustedes. Sé de lo que hablo.
Jesús
La Palabra, marzo 2007