EL MUNDO DE SENTIMIENTO REQUIERE PURIFICACIÓN Y BALANCE

EL AMADO DIOS TABOR

El Puente, octubre 1969

¡Hijos de la Luz, por favor sientan Mis Brazos extendidos a medida que amorosamente les sostengo cerca de Mi Corazón!

En Mi actividad como uno de los Dioses de las Montañas, es Mi responsabilidad atraer el poder purificador de la atmósfera superior de la Tierra hacia dentro de la propia sustancia de la Tie­rra y cargarla con la actividad balanceada de la vida.

¡Amados seres, ustedes pueden pensar que estamos trayen­do constantemente la actividad de sus mundos de sentimiento a su atención! Hacemos esto porque somos Seres de Puro Amor y sabemos que ninguna corriente de vida puede avanzar más allá de cierto lugar en el Sendero de Luz hasta que él (o ella) haya traído balance al mundo de sentimiento.

Si cualquier otro individuo dice o hace algo que les irrita y ustedes experimentan resentimiento – no culpen el emisor, sino que háganse cargo de sí mismos. Si reaccionan de una manera negativa y se ofenden de lo que parece ser una ofensa para ustedes, esto muestra que tienen una lec­ción que aprender, en que su mundo de sentimiento requiere además purificación y balance.

Hijos del Corazón de Dios, ustedes tienen los medios para lograr esta estabilidad ahora mismo, a través del uso del Fuego Sagrado, y cuando emiten sus Decretos a través de la Presencia Resplandeciente del Todopoderoso dentro de sus corazones, pueden inmediatamente limpiar este disparate que se produce por el ser humano!

¡Su Santo Ser Crístico no se encoleriza con un estallido emocional cuando se presenta una condición imperfecta en el escalón de su puerta… es lo humano quien es el acusado!

¡Queridos chelas, les imploro entrar dentro y morar dentro de la Presencia de Dios «YO SOY» y cuando entren al mundo externo por el hecho de que están morando sobre el planeta en una vestidura física, estarán en el mundo pero no serán de éste!

Es Imperativo en esta hora en la evolución de la Tierra que los chelas quienes han sido entrenados a través de los años estén siempre alertas para transmutar las condiciones imperfectas que están manifestándose por todo el mundo.

Ustedes están aquí en el salón de clases de la experiencia física para alcanzar su Li­beración en la Luz, su Ascensión individual, y en la Única Con­ciencia no existe separación; así que a medida que sirven hacia su propio desarrollo Espiritual, asisten a todas las evoluciones de la Tierra hacia el suyo.

Hablando de los Reinos de la Naturaleza y Elemental… se dan cuenta que sus vehículos están compuestos de estos elementos… y que a medida  que una parte de la vida es elevada hacia la acción vibratoria superior, también son aceleradas todas las formas compatibles, y esto significa el ascenso de toda acción vibratoria, al igual que un poderoso avión-jet lleva a alguien a la atmósfera más enrarecida cuando se im­pulsa hacia las alturas mayores, así es con toda vida!

La Naturaleza está destinada a manifestar las flores más exquisitas, con colores radiantes, con perfumes gloriosos que no han sido liberados desde la Edad Dorada previa. ¡Para traer la Edad Dorada Permanente a la realización desde la cual no pueda haber retroceso, requerimos la cooperación dedicada y constante de Nuestros chelas y Nosotros confiamos que continuarán dando esa cooperación!

¡Escuchen cuidadosamente cuando afirmo que la falta de obediencia a la Ley Cósmica, a su propia Presencia «YO SOY», es la razón por qué su ser no emite el perfume de su Ser Interno y la cualidad tonal que deben expresar en la Sinfonía de la Crea­ción!

Puedo sonar más crudo en lo que voy a decir pero son los ejemplos hogareños los que algunas veces hacen hincapié… ¿Por qué ustedes suponen que las compañías que venden desodorantes para uso personal y purificadores de aire para el hogar en toda forma y configuración están amasando tales fortunas?

Porque los cuerpos de la humanidad en masa están emitiendo emanaciones las cuales no son lo que denominaríamos ‘fragantes’. Entienden – de seguro – que Me refiero a la humanidad en general y no a ningún individuo o grupos de individuos.

Saben que lo que he dicho es cierto, y algunas veces es necesario dar estas ilustraciones terrenas para corregir el estado imperfecto del ser, porque la Tierra y su atmósfera está llena de gases nocivos por la emanación desobediente de la humanidad a la Voluntad de Dios!

Pueden entender por qué es tan refrescante para los indi­viduos ir de vacaciones a las montañas, porque la atmósfera mas purificada les da a ellos la pureza de sentimiento que anteriormente conocían cuando todos moraban dentro del Remo del Cielo el cual se manifestó sobre la Tierra en la Edad Dorada previa.

Considero tal privilegio tener la oportunidad de hablarles y de decirles que Mis Legiones de la Hueste Angélica están muy felices de dar a sus vehículos tratamientos de Luz restauradora los cuales, les aseguro, no están disponibles en los «Spá de Sa­lud» en el mundo externo.

Me gustaría que sintieran que están revisitando la Fuente de la Juventud, porque verdaderamente lo están cuando su atención pueda ser sostenida sobre la Presencia de Dios dentro de ustedes, y esa gloriosa Llama de la Divinidad espera ansiosamente la oportunidad de realizar la resurrección de sus vehículos inferiores.

¡Muy enfáticamente afirmo que ustedes tienen una opor­tunidad sin paralelo de reganar su salud Divina-dada y belleza de Espíritu y a través de la obediencia a la Ley de su propio Ser, producir al instante cualquier manifestación de Perfección que deseen para el beneficio de ustedes mismos o de cualquiera o toda vida!

¡Prueben esta Ley en un campo de acción más amplio que el que hasta ahora han experimentado! Tienen el poder dentro de ustedes; les ha sido dado suficiente conoci­miento de esta Ley – y la oportunidad espera a la puerta de su conciencia.

Este bendito planeta debe emitir más Luz, y depende de us­tedes quienes conocen de este requerimiento estar con los Asun­tos del Padre y hacer sus Llamadas para la expansión de la Luz a través de la disolución de la efluvia en y alrededor de Ella.

Bendiciéndoles, “YO SOY” el Dios Tabor

La Palabra, octubre 2000

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