EL USO DEL FUEGO VIOLETA ES UNA CIENCIA

DISCURSO ESPECIAL DEL AMADO ELOHIM ARTURO

El Puente, julio 1957
mayo de 1957

Yo Soy Arturo, el Elohim del Fuego Violeta de la Misericordia y Compasión, – Fuego Violeta en el cual han encontrado algún interés y algo de solaz en esta encarnación, además en las eras que han pasado; y con el cual han experimentado bajo la instrucción de diversos Maestros e instructores (Ascendidos y lo contrario).

Yo represento la actividad y poder de ese Fuego Violeta de Misericordia, Compasión y Perdón, que puede y realmente eleva la acción vibratoria de los electrones que componen la sustancia y la forma de cualquier cosa creada.

Amados seres, el uso de este Fuego Violeta es justamente tanto una ciencia como lo es cualquiera de las ciencias manifiestas en el mundo de la forma. Este Fuego Violeta del cual hablamos es una sustancia y actividad inteligente, ya creada para su uso.

Por cualquiera que cuide de experimentar con éste, puede ser atraído en, a través y alrededor de los cuatro cuerpos inferiores en particular (físico, etérico, mental y emocional), además en, a través y alrededor de sus hogares y asuntos o a través del planeta entero mismo y de todas sus evoluciones acompañantes aún no ascendidas.

A su llamada y visualización de Su Presencia ese Fuego Violeta entrará en acción instantáneamente para prestar el servicio de la elevación de las vibraciones de energía, cambiando de ese modo su cualidad en perfección.

Si su vista interna estuviera abierta en este momento, serían capaces de ver la acción purificadora de esa Llama a medida que pasa por la sustancia de su cuerpo carnal – transmutando en Luz – como ésta lo hace – la acumulación de sombras que han atraído alrededor de los electrones.

Esta acumulación, de seguro, ha encerrado la radiación de su Luz resplandeciente y ésta ha interrumpido su auto-luminosidad natural.

Si pudieran ver esta acción sólo una vez y realmente vieran cuánta más Luz se libera a través de sus cuerpos físicos después del uso de esta Llama Misericordiosa, Me siento seguro que, tan sinceros como son, llegarían a estar aún más confiados y entusiasmados acerca de Su realidad, Su eficacia, Su poder y de su deseo de usarla.

El Amado Arturo

La Palabra, agosto 1994 -extracto-