ENTREN Y LLEGUEN A SER UNO CON EL PODER POSITIVO DEL AMOR DIVINO

EL AMADO ARCÁNGEL CHAMUEL

El Puente, octubre de 1967

En esta nueva y permanente Edad Dorada que está siendo introducida, ustedes han escogido, como chelas de la Jerarquía Espiritual expresar la Voluntad de Dios, como Ejemplos para todos los hombres. Si, Mis amados seres, ustedes son los Mostradores de Camino, y para expresarlo así, es conveniente que aprendan más plenamente el significado del Puro Amor Divino. Esa es  Mi Razón de ser en medio de ustedes hoy.

Pocos individuos piensan mucho en Chamuel, y en Mi Amada Caridad. Recuerden, no Me refiero a Nuestros Personajes sino a las Virtudes de Dios que representamos. Se les ha dicho muchas, muchas veces acerca del Poder del Puro Amor Divino y cómo éste es la actividad cohesiva del Universo. Uno no puede esperar sostener ninguna cosa sin el núcleo central siendo Amor  Divino. Sí, existen muchas manifestaciones preciosas en este mundo de la forma que aparecen en la pantalla de la vida, pero ellas están sólo temporalmente activas por una dedicación a un propósito no de manera negativa nacida del deseo frenético por supremacía, nacida del odio oculto, que es el trastrocamiento del Amor Divino.

El amor individual del uno por el otro, cuando es motivada por el desinterés, bordea en lo Divino; el amor de un padre por su progenie, el amor de un niño por un pequeño perro o gato afable, todos estos vienen del manantial de la Divinidad, cuando de seguro, no están atemperados por el carácter dominante.

La Amada Caridad y todos Nosotros Quienes somos privilegiados en este momento de servir en el Tercer Rayo de Perfección, estamos experimentando un tremendo desarrollo de Nuestros Propios Seres, a medida que agradecidamente amplificamos el Amor que está siendo expresado por aquellos benditos chelas por todo el planeta quienes están energizando el Pensamiento Forma del Año.  Estamos esperando con anticipación gloriosa el chela o chelas quienes entren a y lleguen a ser uno con el Poder Positivo de Amor Divino como un resultado de su servicio dedicado.

La Palabra, LAINEC, Julio 2000 -extractos-

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