USTEDES DEBEN SER LIBRES  Y FELICES EN SU SERVICIO

EL AMADO SAINT GERMAIN:

El Puente, octubre 1962

Buenos días, Mis queridos seres! Me harán un gran favor si se relajan completamente y saben que Yo soy Uno de ustedes!

Saben ustedes del mas grande privilegio y honor que es suyo de ser capaces de servir en esta Gran Actividad y al mismo tiempo ser libres y felices? En el pasado mientras muchos eran felices en su servicio, ellos no eran libres, y muchos eran libres pero no felices!

Bajo esta Nueva Vibración es una necesidad para ustedes ser libres y felices cuando se comprometen en su Servi­cio Divino, lo cual debería ser constantemente. Estar alegre en esta Nueva Actividad es tan imperativo como su aplicación dia­ria, así que de nuevo les pido relajarse y aceptarme dentro de su mundo como aceptarían a cualquiera en lo externo, porque real­mente, amados seres, estoy más cerca!

Sé lo que requieren para cumplir su Servicio Divino, y estoy aquí para traer eso a la superficie para que puedan salir con un entendimiento completo de que están cumpliendo su Plan Divino hasta el detalle exacto. LA LUZ DE DIOS QUE NUNCA FALLA de­be ser la Luz que les sostenga en cada actividad en lo externo o en su Servicio Divino. Esto es todo lo que necesitan saber – que están atrayendo energía desde la Fuente correcta y adecuada­mente dirigiéndola.

Si saben esto, y si lo están haciendo, enton­ces no se preocupen acerca de su Plan Divino siendo cumplido porque esto es todo lo que se requiere hacer para cumplirlo. Sean naturales en su propio mundo y acepten la expansión constante de Amor Divino desde cada parte de Vida.

La única manera en que ustedes pueden aceptarse como una parte del UNO y aceptarse como UNO con TODA VIDA es ser natural y estar relajado todo el tiempo. Así es cuando la más grande cantidad de Luz es atraída -cuando están Ubres de toda tensión y armoniosos con todas las vibraciones rodeándoles.

Así que estén felices, amados seres, porque la Nueva Actividad ha comenzado y ustedes son los instrumentos empezándola, así que estén felices con el conocimiento de que ustedes están cumpliendo su Plan Divino, cada uno aquí, y están proveyendo la energía para que la Luz como de Mil Soles algún día aparezca e ilumine a toda la humanidad y ponga a este planeta en Orden Divino — Santo y Libre de todas las Imperfecciones!

Ahora bien, algunos de ustedes están diciendo: por tan grande servicio, vamos a tomarlo tan ligeramente? Bien, déjenme decirles esto, amados seres, en comparación con las cosas que van venir, este es un servicio relativamente pequeño. Este es sólo el primer paso y su primera asignación bajo esta Nueva Actividad. No tienen Idea de lo que han aceptado hacer en los años por venir, así que quiero decir a cada uno aquí:

No se sorprendan de ninguna cosa que pudiera pasar! Ustedes van a ser llamados a rea­lizar algunos servicios grandes aparentemente por la cantidad de Luz que hayan liberado, pero en realidad éstos serán simples ser­vicios. ¡Quiero que sepan que en cualquier momento en que les pidamos realizar un servicio es que sabemos por adelantado que serán capaces de cumplir Nuestra petición o nunca se lo pedi­ríamos!

Me gustaría hacer un decreto especial en este momento, para que sea cargado con la Llama Violeta Transmutadora y a donde quiera que se muevan puedan anclarlo! Hoy. si lo desean, imaginen su cuer­po entero compuesto de Fuego Violeta moviéndose alrededor y, a todas partes que caminen, quiero que visualicen la Llama Violeta firmemente anclada en el planeta.

Harán esto por Mí? ¡Re­cuerden, ustedes son capaces de esto o  no haría la petición! Así que salgan hoy LIBERANDO TODO LO QUE TOQUEN, pero re­cuerden – sean FELICES acerca de esto – y sepan que estoy cerca para prestar cualquier posible asistencia. Todo lo que se requiere de su parte es que Me lo permitan una vez que provean el canal.

Todo Mi Amor para cada uno de ustedes, Dios les bendice para siempre, para siempre y para siempre y por todo lo que han hecho en el pasado, y por todo lo que harán en el futuro, y les deseo un Buen Día!

Les doy muchas gracias, Saint Germain

Revista La Palabra, junio 1999